domingo, 18 de agosto de 2013

Danilo y lo mediático

“La actividad mediática reposa sobre una dicotomía: en la mente del público sólo existe lo que los medios de comunicación dicen que existe. Su poder fundamental reside entonces en su facultad de ocultar, de enmascarar, de condenar a la inexistencia pública”. Manuel Castells.



Danilo Medina ha demostrado ser un efectivo armador de estructuras. La construcción y el manejo de redes proselitistas le permitieron el avance que nunca alcanzaría a punta de carisma, porque esa característica subjetiva no le acompañará aunque meta a medio mundo dentro su sanjuanero corazón. 

Desde los órganos directivos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la presidencia de  la Cámara de Diputados, y la Secretaría  de la Presidencia de los dos primeros gobiernos del PLD, Medina cultivó, como se cultivan en la parcela de la política tradicional dominicana, las lealtades que le permitieron desafiar exitosamente a su compañero Leonel  Fernández.
Ahora, a un año de su llegada al Palacio Nacional es posible identificar la suma de un segundo elemento neurálgico en el patrón de trabajo del  armador peledeísta. Como gobernante, Danilo Medina es un efectivo ser mediático.

Cuando utiliza los domingos para saltar charcos, comer arenque o cruzar alambradas a la usanza del más rural de los dominicanos, el mandatario marca con su rostro la agenda temática de la  nación.
Los lunes las portadas de la prensa escrita, fuente de donde abrevan la radio, la  televisión y las  redes  sociales, destacan las hazañas de un presidente andariego, que se acerca a la gente, y no a cualquier gente. Con todo el peso semántico propio de su cargo, Danilo va al  campo a reunirse con hombres y mujeres organizados en estructuras  productivas, con influyentes líderes comunitarios… con potenciales voceros y defensores de su gobierno y de sus próximas cruzadas políticas.

Sus visitas “sorpresa” impactan el pensamiento y la existencia de las comunidades receptoras como nunca lo haría la plataforma de comunicadores comprados que la gestión anterior montó en esta media isla y allende los mares. 

Si se recuerda el mandato de Fernández, puede verse que se trata sin dudas de dos modelos comunicacionales  distintos: uno burdo disfrazado de paradigmático, y otro que trasciende la comunicación directa e hilvana  lentamente y con éxito un  cuento, un mito de gobierno. 

En el marco del mito de Danilo se atizan, por ejemplo, las llamas  del conflicto con la Barrick Gold y las del escandaloso robo de Bahía de las Águilas, para luego mostrar la “tranquila” pero determinante figura  del presidente apagando el fuego y alimentando la opinión pública que él y su equipo previamente  pastorearon. 

Otro día, en la urbanidad, durante la  visita a uno de los  jodidos hospitales de  siempre,  Medina lanza  rayos y centellas  contra las inhumanas condiciones del centro de salud, y anuncia la ejecución inmediata de las reparaciones necesarias. Implícita deja una crítica a quienes anteriormente dirigieron el Gobierno por ocho años, y se erige, frente a las  cámaras de televisión, fiscal y salvador de los servicios básicos y de sus usuarios, que son nada más y nada menos que más del 50% de la población.
Así, el equipo de comunicaciones de la Presidencia impacta a diario la opinión pública. Y cuando ésta se muestra desfavorable por el aumento de la gasolina o por una campaña ciudadana  contra la corrupción, de alguna gaveta emana un decreto de fecha poco convencional, anunciando el nombramiento o la destitución que nadie esperaba, y que todos se disponen a comentar.
La distracción, el manejo de  los  silencios, las  invenciones, la propaganda “despresidencializada” y de rostro humano,  y la colocación directa del discurso han sido mecanismos recurrentes de la efectivísima práctica  mediática de este cuarto gobierno morado.

Sobre la arena

Como plantea Manuel Castells, uno de los más importantes teóricos de la comunicación política del siglo XXI, la progresiva influencia de los medios informativos en la sociedad provoca que la ciudadanía asuma la realidad mediática como si se tratara de la objetiva.

En procura de dirigir esa simbiosis los políticos instalados en el Estado se disponen a invertir ingentes fondos en el control de los medios y en la emisión de propaganda.
En estos momentos lo que la gestión de Danilo Medina dice que está ocurriendo en el país es lo que la mayoría está percibiendo. Es decir, existe una alineación entre la realidad colocada en el plano mediático y la que la mayoría de la población percibe. Esto, entre otros elementos,  explica los más de 80 puntos de aceptación del Gobierno, así como la poca efectividad de las protestas convocadas recientemente por la sociedad civil.  Estamos ante el kairós estratégicamente construido  por el danilismo en el poder.

Pero ocurre que lo mediático no puede mantenerse marcando la pauta de la  agenda social si su contenido se distancia demasiado de las vivencias cotidianas de los  individuos. Es decir, si Medina sigue diciendo que su gestión está desarrollando el campo, pero los programas de financiamiento y capacitación de grupos productivos no redundan en avances rápidos y demostrables, en la zona rural y en el resto del país se producirá una importante contradicción o disonancia.

El presidente Medina ya instaló en el escenario público su discurso completo, sus planes, sus proyectos. Ahora estos deben funcionar correctamente. Su equipo de trabajo tiene la tarea de traducir el papel, la palabra, las charlas, los financiamientos, las capacitaciones…  en dinero, en empleos de calidad, en viviendas, en hospitales  dignos, en estudiantes competitivos, en economía rebosante y equitativa. Cada atraso en estos planes, cada incumplimiento, irá provocando una separación entre la imagen de gobierno que se le ha construido a la gente desde los medios y las ejecutorias  palpables.

Ante esta circunstancia el problema de Danilo Medina y su gente no es la capacidad, sino el tiempo, contabilizado siempre por la oposición política tradicional que desea escalar sobre el cadáver del oficialismo, y en especial,  por estructuras del mismo Partido de la Liberación Dominicana.

Pronto el grupo de Leonel Fernández necesitará comenzar a desmontar, aunque sea desde  las  sombras, el mito mediático de Medina para poder tener la  oportunidad de regresar al Palacio, vivienda natural de quienes se suponen príncipes.  

Entonces, cuando inicie ese inminente ataque o sabotaje, el gobierno de Danilo Medina Sánchez, que hasta el momento maneja la agenda mediática con una efectividad abrumadora, comenzará a caminar sobre la arena de lo incierto.


jueves, 7 de junio de 2012

Se va, como si nada



 "Ya dije que la voz no era autoritaria sino suave.Tal vez por eso me parecía tan terrible” La mancha indeleble, Juan Bosch

Después de todo, El Hombre tomará unas vacaciones. Y, como si nada, el uso de los US$130 millones de la Sun Land, sin pasar por el cedazo del Congreso, quedará como otra de nuestras creaciones  mitológicas. Y el millón de botellas de sus nominillasse llamará percepción mediática, imposible de comprender por quienes no conocen los tragos de la conceptualización, ni la manera en que debe interpretarse la Carta Magna cuando se habla de ambiciones desmedidas. 

 Nadie podrá decir que él utilizó recursos del Estado para vencer a sus opositores internos y comprar las voluntades que le hicieron sombra desde otras islas de poder. 

Sólo un malagradecido se atrevería a ver manchas en tan deslumbrante sol. 

La amplia pobreza, la falta de educación, los apagones, la ineficiencia del sistema de salud, el estancamiento de la generación de empleos, el desordendel tránsito, los militares que hacen de guardaespaldas de narcos, la desvergüenza y la arrogancia de los funcionarios corruptos son y serán ganas de joder de unos cuantos. 

El 16 de agosto, El Hombre inmaculado tomará un receso, legándonos  aquellas cortes hechas con  miembros del partido y  novedosa oposición de contubernio, de corbatasazules y personalismos.

 Nunca sabremos si en verdad su izquierdismo internacional llegó a mezclarse con la entrega clientelar de cajas navideñas repletas de miseria y carentes de dignidad. Tampoco conoceremos si su propuesta de regulación de mercados globales tuvo algo que ver con los pollos que mandó a repartir en Dajabón para motivar el voto de los hijos de la ignorancia y la escasez. 

Como si nada, el pasado pisotea el presente, y se va a descansar disfrazado de futuro. Nos debe la cuenta. 

jueves, 19 de abril de 2012

Maltrataron a Guadalupe


Por la frecuencia del fenómeno, el pensamiento no se exalta cuando se topa con la imposición de los intereses del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la Cámara de Diputados. Entre préstamos, presupuestos distanciados de los reclamos populares y negociaciones oscuras de normativas de función orgánica, los sentidos de cualquier observador aprenden el modus operandi del oficialismo. Se ahorran  sobresaltos,  para enfocarse en los temas menos manidos.

Además  ven como parte del paisaje las acciones tribales y personales de los legisladores del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).

En aquella madeja de movimientos ¿políticos?, sin embargo, aparecen casos que se roban la atención del menos atento de los observadores, como el de la desconsideración que sufrió el martes la diputada nacional Guadalupe Valdez, de Alianza por la Democracia.

En la pasada sesión, cuando el presidente de la Cámara, Abel Martínez, dio apertura al debate de un proyecto de modificación parcial de la Ley Electoral, la legisladora solicitó el primero de los turnos. Pero, por la facultad reglamentaria que tiene, Martínez pasó antes la palabra a los voceros del PLD, el PRD y el PRSC.

La legisladora, que es conocida dentro y fuera del Congreso por los respetuosos pero altos argumentos que adjunta a cada una de sus intervenciones, pensó que, después de los representantes de los tres grandes partidos, podría expresar los motivos de su oposición al proyecto. Esperó. Pero pasaron tres, cuatro, cinco, diez, quince turnos, y Abel Martínez nada de darle la palabra.

Fue entonces cuando Guadalupe Valdez  acudió a Twitter (@guadalupevaldez), donde no encontraría ningún tipo de restricción.
En la red social, y en pleno discurrir del debate legislativo, la diputada escribió desde su teléfono celular lo siguiente: “Pedí el turno de primera en el tema de reforma electoral. Presidente ha dado más de 15 turnos y no me ha dado la palabra. Reclamo mi derecho”.

En pocos minutos su denuncia encontró eco en varios comunicadores sociales que daban seguimiento a la red digital. Los mensajes comenzaron a fluir en grupo de 140 caracteres, hasta que, luego del turno número 20 del debate, a Valdez se le permitió ejercer su derecho a participar de las discusiones de la Cámara. Parecía que los ruidos de Twitter surtían más efecto en el Hemiciclo que la legítima voz de una congresista.

“Expreso mi oposición a la reforma electoral para dar más delegados a un partido político (el PRSC). Hay que hacer una reforma integral de la Ley Electoral”, dijo al fin Guadalupe,  ante un auditorio que minutos después dejaría la pieza sobre la mesa por falta de consenso.

La idea del PLD y del PRSC es aumentar de 1 a 2 el número de delegados de las coaliciones de partidos que participarán de las elecciones presidenciales del 20 de mayo.  Las fuerzas alternativas como Alianza por la Democracia y Alianza País se oponen al plan porque sólo beneficiaría al reformismo, poniéndole un parche a una ley que, como ha propuesto la Junta Central Electoral con el respaldo de la Organización de Estados Americanos(OEA), necesita una transformación profunda.

Se espera que la Cámara de Diputados retome el tema este próximo martes, y que la voz de la diputada nacional Guadalupe Valdez no vuelva a ser víctima de las desconsideraciones del poder.

Por Jhonatan Liriano 

miércoles, 11 de abril de 2012

Perla Informativa de abril

Este es un caso de tripe pleonasmo, encontrado en el Listín Diario Digital el 11 de abril del 2012. Observe usted cómo se llora, con lágrimas, y por los ojos. 




Mateo Aquino Febrillet, llorando, con lágrimas en los ojos afirmó: “no son necesariamente por Sagrario Díaz sino por la actitud de los universitarios que sabiendo lo que está ocurriendo se prestan a los intereses de algunos”.